Zoe Rosinach, una pionera en la botica

En Proyecto Rememora hemos querido hacer un pequeño homenaje a aquellas mujeres, que con esfuerzo, lograron abrirse paso en la conservadora universidad española de finales del siglo XIX. Dedicamos una de las escenas más bellas del próximo calendario a Zoe Rosinach, primera doctora en Farmacia en la historia de España.
Zoe, nacida en Lérida en 1894, inicia sus estudios de Farmacia en Barcelona, aunque los finaliza en Madrid, debido a la oposición de uno de los catedráticos a aprobarla, a pesar de su excelente expediente, por su condición de mujer.
En 1920 presentó su tesis doctoral, siendo calificada por el Tribunal de “Excelente (por unanimidad)”, convirtiéndose en la primera doctora en Farmacia del país. Más tarde, a principios de los años 30, abre su propia oficina de farmacia en Albalate del Arzobispo (Teruel), trasladándose en 1936 a Zaragoza donde regentó su farmacia desde 1938 a 1976, año en el que falleció.
La escena, ambientada en una antigua botica situada en Castellote (Teruel), intenta sumergirnos en una farmacia de principios del pasado siglo, cuando eran pequeños laboratorios donde, de forma artesanal, se preparaban fórmulas magistrales, mezclando los ingredientes contenidos en frascos y tarros cuidadosamente ordenados en estanterías, antes de que las farmacias se transformaran en lugares donde realizar una simple transacción comercial de los medicamentos preparados por laboratorios multinacionales.
Gracias a doña Bibiana Carbó Blasco, propietaria y responsable del buen estado de conservación de esta oficina de farmacia, joya de la historia de la provincia de Teruel, sin cuya colaboración no habría sido posible plasmar esta escena.